Y llegaba en Julio el Tour, el evento ciclista más importante de cada año. Contador, en baja forma tras el desgaste del Giro, no lo tendría nada fácil para defender su título ante un gran elenco de rivales, entre los que sobresalía la figura de Andy Schleck. El pequeño de los dos hermanos había guardado fuerzas durante todo el año pensando únicamente en la ronda francesa. Junto a ellos, el resto de favoritos (Evans, Basso, Wiggins, Vinokourov, Van den Broeck, Samuel Sánchez, Leipheimer, Fran Schleck...) pelearían por el mismo objetivo: llegar a los Campos Elíseos con el maillot amarillo.
La primera semana accidentada se llevó por delante las esperanzas de algunos nombres previamente citados: Wiggins, Vino o Van den Broeck se veían obligados a abandonar; mientras otros como Leipheimer o Contador quedaban bastante tocados. El más espectacular de todos los incidentes fue la caída protagonizada por Flecha y Hoogerland tras ser atropellados por un coche de la televisión francesa. Ambos marchaban escapados, y perdieron allí todas sus opciones de conseguir la etapa. Sin embargo, no dudaron en levantarse, volver a subirse a sus bicicletas, y finalizar la etapa.
La primera semana accidentada se llevó por delante las esperanzas de algunos nombres previamente citados: Wiggins, Vino o Van den Broeck se veían obligados a abandonar; mientras otros como Leipheimer o Contador quedaban bastante tocados. El más espectacular de todos los incidentes fue la caída protagonizada por Flecha y Hoogerland tras ser atropellados por un coche de la televisión francesa. Ambos marchaban escapados, y perdieron allí todas sus opciones de conseguir la etapa. Sin embargo, no dudaron en levantarse, volver a subirse a sus bicicletas, y finalizar la etapa.
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